Llevar a la práctica estas dinámicas a hecho fortalecer el clima de convivencia y responsabilidad de todos mis alumnos y alumnas.
Como su nombre indica, los resultados no son inmediatos, pero si es cierto que con paciencia y constancia se van alcanzando los objetivos.
Estoy muy contenta de los resultados obtenidos y ellos se sienten seguros y pertenecientes a un grupo de personas que ante todo, han aprendido a respetar a los demás, objetivo base cuando educas personas.
La Disciplina positiva me ha abierto la posibilidad de hacer las cosas de otra forma desde la amabilidad y la firmeza.
Las dinámicas son sencillas de llevar a cabo, pero su impacto en el alumnado es increíble.
Con este proyecto los saludos, por ejemplo, se convierten en una rutina de la cual ellos han dado ejemplo de cariño y respeto hacia el resto de sus compañeros.
Querer que las personas sean respetuosas y no trabajar el respeto, querer que sean personas responsables sin que cada uno se sienta responsable de nada, es como dice el refrán, pedir peras al olmo.
Si quieres que tus alumnos y alumnas adquieran estas habilidades para la vida hay que trabajarlas, estas habilidades no surgen por arte de magia.
"La Disciplina Positiva es un modelo educativo que ayuda a los adultos a entender la conducta inadecuada e los niños y niñas, promueve actitudes positivas hacia ellos, les enseña a tener buena conducta, responsabilidad y autonomía, destrezas y habilidades para la vida y les ayuda a participar de una forma activa, en la búsqueda de soluciones, promoviendo el respeto mutuo y la colaboración, dotando a las familias y docentes de herramientas para facilitar todo el proceso"
Marisa Moya
Algunos consejos para la familia.
La frase más escuchada este curso dentro del aula ha sido "aquí no hay problemas solo hay soluciones".
Ver a tus alumnos y alumnas felices y verlos crecer como personas no tiene precio.
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