¿Por qué cooperativo?
Llevo muchos artículos leídos
de gente muy importante en educación, muchas charlas TEDx, y de Aprendemos Juntos
escuchadas, que me aportan continuamente ideas para mejorar mi trabajo y que
coinciden en una interesante reflexión:
¿ Qué hacemos?, ¿cómo lo hacemos? y ¿hacia
dónde nos dirigimos?.
En ésta nueva entrada sobre
aprendizaje cooperativo, volveré a incidir en la importancia de éste tipo de
trabajo. Debemos comenzar señalando que el trabajo en pequeños grupos no
constituye ninguna novedad; muy al contrario, tiene una larga tradición
vinculada a las investigaciones sobre psicología del aprendizaje y a los
movimientos de renovación pedagógica. Los resultados de varias décadas de
investigación e innovación en torno a los problemas que plantea el proceso de
enseñanza-aprendizaje apoyan estrategias dirigidas
esencialmente a implicar a los alumnos y alumnas, en la construcción de su
propio aprendizaje.
Somos seres sociales
Lev Vigotsky (Rusia,
1896-1934) sostenía que los niños desarrollan su aprendizaje mediante la
interacción social.
Como dice Cesar Bona “cada gesto individual influye en la
sociedad y la sociedad influye en nosotros”.
El trabajo en equipo contribuye a esa interacción social y son muchas las ventajas que nos ofrece.
Para ello las actividades han de estar diseñados para que el alumnado se implique en lo que estudia, y eso supone un tiempo superior al que permiten las estrategias de transmisión/ recepción de conocimientos. Ese mayor tiempo constituye un factor esencial para que se produzca un auténtico aprendizaje.
Algo sobre el aprendizaje memorístico de las contenidos "Preguntas para pensar" por Melina Furman.
Naturalmente, la mera
trasmisión de los conocimientos precisa menos tiempo. Pero ello no supone
ninguna ventaja, sino que, en el mejor de los casos, conduce a aprendizajes
superficiales.
Pero el trabajo cooperativo no
solo favorece notablemente el aprendizaje significativo, sino que, contribuye a
un buen clima del aula con la integración del alumnado y del docente en una
tarea común, diversificando los modos de participación, constituyendo así un
instrumento clave para superar las dificultades y estableciendo relaciones
positivas de cooperación. Resulta, además, esencial para la adquisición de
competencias necesarias en los diferentes niveles educativos, como las referidas
a la competencia social y ciudadana, la comunicación, habilidades sociales,
aprender a aprender, aprender a debatir, a compartir, contrastar puntos de
vista… Contribuye, muy en particular, a la educación en valores, mostrando la
superioridad de la cooperación sobre la competitividad.
El trabajo cooperativo es una metodología activa
que pone en el centro al alumno como
protagonista de su propio aprendizaje.
Este tipo de organización o distribución resulta
verdaderamente efectiva para trabajar la ayuda mutua entre compañeros y
fomentar así la inclusión de todos los alumnos de un mismo grupo clase.
DESARROLLANDO ESTRATEGIAS COOPERATIVAS EN CLASE.
Para ello hemos utilizado la dinámica del folio
giratorio, con ella hemos trabajado vocabulario de familia de palabras, hemos trabajado las oraciones y han creado una historia; en la mitad del tiempo he introducido además, un
elemento sorpresa con nuestros dados.
Posteriormente los portavoces
de cada equipo leyeron sus historias y fueron recompensados por el aplauso de sus
compañeros.
Una vez corregidas y expuestas, las evidencias del trabajo realizado se guardan en la “guía de cada equipo”. Con éstas actividades:
#porunaeducacióndelsigloXXI