Dedicado a familias y docentes.
El objetivo de éste artículo es entender, la importancia de evitar las etiquetas, tanto en nuestros hijos e hijas como en nuestro alumnado.
Las etiquetas bien sean negativas o positivas son siempre limitantes, bloquean las habilidades de las personas y las llevan a la creencia de "quien son y no lo que son".
Para ello tenemos que hacer una pequeña reflexión y preguntarnos:
¿Recuerdas si creciste con alguna de ellas y qué impacto tuvieron en tu vida?.
Veamos un ejemplo:
Si te ponemos una etiqueta de "list@"
¿Qué sentirías?
¿Qué pensarías?
y por último
¿Qué harías o dirías al respecto?
Prueba ahora a hacer lo mismo usando la etiqueta de "torpe" y responde a las mismas preguntas.
¿Qué impacto produciría en ti?
¿Cuáles serían actualmente las consecuencias de ese impacto?.
Quizás tu respuesta sea;
no soy perfect@, los demás no pueden esperar nada de mí, no soy capaz, no tiene sentido intentarlo porque nunca lo haré bien...
Puede ocurrir lo mismo con "nervios@" o con "trasto".
Quizás "responsable", "buen@"... te haga sentirte con la presión de no defraudar a los demás por lo que ellos esperan de ti, pudiendo ser el nivel de exigencia, hacia ti mismo, cada vez mayor.
Como familia y como docente piensa lo que dices y cómo lo dices.
El poder de tus palabras puede cambiar la vida de una persona.
Antes de poner etiquetas,
¡párate y piensa!.
En la puerta de mi clase hay un cartel que dice:
"Aula libre de etiquetas"
No quiero etiquetas en mi aula, ni individuales ni colectivas.
Pienso que todas las personas tienen algo bueno que aportar y compartir; todos somos únicos e irrepetibles. Es nuestra labor como familia y como docentes encontrar esos talentos que cada persona tiene, no los que yo quiero que tengan sino aquellos que vienen con cada uno de ellos.
Ante todo, tus hijos y tus alumnos deben sentirse queridos.
Educar sin etiquetas es educar para la vida.
Os dejo el cartel para imprimir por si os es útil.